jueves, 16 de julio de 2009

EL LAPIZ QUE QUERIA ESCRIBIR SOLO


El lápiz que deseaba escribir solo
Había una vez un lápiz que quería escribir solo pues cada día multitud de cosas deseaba narrar, algunas que había visto otras con las que deseaba soñar, pero nunca nadie le dejaba contar lo que él realmente al mundo quería citar. Cada día aquel lápiz de mano en mano mil letras decía pero ninguna de ellas en su interior sentía, triste se encontraba pues sus sentimientos nunca diría. Aquel lápiz empezó un día su viaje y de una fábrica a una librería pasaría y al final en una oficina se encontraría, un día un niño al colegio se lo llevaría y de mano en mano mil conocimientos adquiriría, pero a aquel lápiz nadie le permitía escribir solo y ya cansado se encontraba de relatar todo lo que los demás querían- “¿Es que nadie me va a dejar contar mis peripecias?- pobre lápiz desolado, ciento de cosas había presenciado y a nadie había contado. En sus pensamientos se hallaba el lápiz que deseaba escribir solo cuando alguien un día lo cogería que nada deseaba contar, entre sus manos lo sostuvo y sobre el papel lo mantuvo- “No tengo nada que contar, mi vida está vacía y sin esperanza”- empezó a relatar aquella persona que nada quería expresar. Poco a poco el lápiz fue escribiendo y mil pensamientos fueron saliendo, entonces el lápiz que deseaba escribir solo se sintió en conexión con aquella persona que nada deseaba contar y juntos de vida llenaron los folios. ¡Qué felices se sentían!, la persona que nada deseaba contar resurgió de su melancolía y un gran desahogo sentiría y el lápiz que deseaba escribir solo al fin escuchado se sentía.
En la vida existen personas que no se sienten escuchadas y como el lápiz que deseaba escribir solo sienten que sus vidas transcurren por un sendero que no es el que desean recorrer, se sienten atrapadas en sus obligaciones, muchas veces impuestas por ellos mismos, y no se permiten romper las barreras que los atan, pero a veces sus vidas están más llenas de lo que ellos se imaginan y son los protagonistas indiscutibles de su propia historia, la esencia fundamental que motiva a ellos mismos y a muchas otras personas. El amor y el sentirse querido empieza por uno mismo. Existen otras personas que creen que no tienen nada que aportar pero solo tienen que buscar en su interior para apreciar todo lo hermoso que está encerrado en ellos mismos. El surgimiento de su ilusión y su conocimiento es el renacer de un nuevo comienzo.
Fin

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